Los vídeos son un elemento básico en nuestra estrategia de marketing digital: el rey de los contenidos. El material audiovisual supone ya el 78% de todo el contenido que se consume en Internet según un estudio de CISCO. Pero si todavía te queda alguna duda sobre si debes o no introducir los vídeos en tu estrategia de contenidos, aquí te explicamos algunas razones que te ayudarán a dar el salto.
El contenido audiovisual atrae la atención durante mucho más tiempo. A esto hay que sumarle que consumir vídeos no requiere mucho esfuerzo por parte del usuario, solo hay que pulsar un botón… y a veces ni eso.
Cada día consumimos miles de piezas; vivimos en una vorágine de contenidos en la que el usuario premia lo inmediato, lo eficaz. Es selectivo con la información que consume: ante este escenario, es más probable que el usuario se pare a ver un vídeo corto que resuma un artículo de tu web que leerlo.
Si conseguimos adaptar nuestro contenido a estos formatos conseguiremos que nuestra marca sea recordada cuando se tenga que tomar una decisión y habrá más posibilidades de que nuestros contenidos sean compartidos, por lo que llegarán a más gente.
Antes de empezar a compartir vídeos hay que ver qué medio vamos a utilizar: podemos decidirnos por compartir los vídeos en redes sociales, colocarlos directamente en nuestra página web o, incluso, combinar varias de las opciones.
Si te decides por compartir en redes sociales tienes que saber que estas priorizan el contenido de vídeo dentro de su propia plataforma, y por si fuera poco, empiezan a crear funcionalidades exclusivamente orientadas a estos: como es el caso de IGTV en Instagram. Con esto quieren evitar que los usuarios abandonen estas plataformas y envíen tráfico a otras.
Otro ejemplo de esto es Facebook, una red social que ha cambiado su algoritmo para que lo primero que le aparezca al usuario sean contenidos audiovisuales. De esta forma favorece los vídeos que consigan retener a la audiencia más de un minuto, aquellos cuya audiencia muestre lealtad volviendo a visualizarlo y los que muestren ser contenido original.
El contenido que compartas en tu web o redes sociales no necesita una edición compleja. A pesar de esto, tienes que tener en cuenta que sí necesita unas normas básicas para ofrecer piezas de vídeo efectivas y de calidad. Aquí te dejamos algunas para que consigas implementar el vídeo en tu estrategia de marketing, sin necesidad de emplear demasiados recursos.
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